Los niños se quedan como hechizados, observando con la boca abierta los fabulosos globos. Se trata de enormes esferas, tan trasparentes que la luz del sol se refleja en ellas con un estallido de colores.
Lentamente los globos van perdiendo altura y se hacercan a la playa. Chang y Lya se acercan a la joven que ha descendido con los globos.
La muchacha sale con agilidad de su cesta y saluda a los niños.
—Hoy comienza vuestra gran aventura —dice—, el viaje hasta la isla resplandeciente.
A partir de 8 años y para adultos.