En el lugar que antes estaba tan sombrío, una maravillosa luz resplandecía. No era la luz del sol, pues era de noche. Tampoco la luz de la luna, pues el resplandor venía de abajo. Con el corazón palpitante, Tirián se asomó al pozo y allá, en el fondo, vio ahora la brillante luz de la llave de plata. Rápidamente bajó por la escalera. ¡Al fin, al fin, la llave que liberará a la princesa!
A partir de 6 años y para adultos.